domingo, 28 de junio de 2015

Javier Ruiz Taboada

28 Junio 2015

Estrenado ya el verano,
el hastío es oficial.
Amanece más temprano
aunque haya que madrugar.

Son días anchos y largos,
de gota gorda y sofoco,
en los que por decir algo,
anochece que no es poco.

Los niños toman la casa.
juegan con tus vacaciones.
La vida hace tabla rasa
con nuestras desilusiones.

En dos meses todos calvos,
hechos a la sal y negros,
sanos pero nada salvos,
secos como los Monegros.

Aprovechad que el verano
no piensa pasar despacio,
así que tened cuidado
con las cosas de palacio:

Sobrevivid al presente,
al arroz del chiringuito,
al rumor, a las serpientes,
a las flautas y a los pitos.

Disfrutad de la sombrilla,
de la arena, de la hamaca,
de la espalda a la parrilla,
de los ecos de la traca.

Aparcad los malos rollos,
los consejos de ministros,
los enfados y los pollos
que son: la de Dios es Cristo.

Reparad juguetes rotos,
corazones abatidos,
y hasta el forro del escroto
si lo tenéis descosido.

Aliviad bajas pensiones,
las penas inmerecidas,
el peso de los renglones,
torcidos, pero a medida.

Encontrad libros perdidos,
los secretos del futuro,
y que a este ambiente podrido
logréis que le den dos duros.

No dejéis para mañana
lo que no hicisteis ayer.
Echad al aire una cana,
Haced y dejad hacer.

El Reverso se termina,
quién sabe si volverá.
Hay que cambiar de rutina
y mojarse el tralará.

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