Se masca lo que flota en el ambiente:
Éste no saber qué de qué se yo.
Éste "si es no es" adolescente
más incoherente que un sanseacabó.
Está el patio revuelto de trigueros
(por no nombrar a ciertos genitales)
Los que dijeron digo ponen peros,
los que nunca supieron son "geniales".
La gente ya no sabe a que atenerse.
No sabe a quien creer ni qué rezar.
Duda entre evaporarse o disolverse.
No distingue verruga de lunar.
Son tiempos de rupturas y trasvases,
de sueños caducados o marchitos,
en los que la verdad no tiene un pase
ni ahumada con tomates verdes fritos.
Época de rotondas invertidas.
De puertas giratorias precintadas.
De turbulencias sin paracaídas.
De estar de parto a la desesperada.
Está el ambiente muy descontrolado
y es malo cual jarabe de la tos.
Con menos luces que un iluminado.
Más raro que un retrete para dos.
A ver si se despeja un poco el cielo
y el suelo que nos tienen prometido,
y se ventila un poco éste canguelo
que huele igual a miedo que a podrido.
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