viernes, 20 de marzo de 2015

Monólogos de Carlos Alsina: "Termina la campaña electoral que les aboca a una noche de domingo bastante incierta"

20 Marzo 2015

Les voy a decir una cosa.

Las etapas, en la vida, empiezan y acaban. Unas duran más, otras menos, unas son gratas, y otras aún más gratas y otras menos, pero en algún momento se pone fin a lo que había. Y se pone principio a la etapa nueva. Esta noche termina. Una etapa.

Termina para Susana, para Juanma, para Teresa, para Maíllo. Para Marín, para Martín de la Herrán, paraRuiz. Termina la campaña electoral que les aboca a una noche de domingo bastante incierta. Encuestas hay, varias y todos ellos las conocen. Pero el paisaje político de marzo de 2015 se parece poco al de marzo de 2012. Aquellas elecciones las convocó Griñán para después de las generales en la idea ---y acertó--- de que una vez que Rajoy empezara a gobernar, le daría argumentos para contener la marea electoral que había dado la mayoría absoluta al PP y que empujaba (eso decían las encuestas) hacia Javier Arenas –--esta vez sí--- hacia la presidencia del gobierno de Andalucía. Arenas ganó (pero no lo bastante) y Griñán conservó para un PSOE en caída libre el poder institucional que su partido siempre tuvo, la Junta de Andalucía. El paisaje de tres años después se parece bien poco. Griñán, acomodado en el Senado, no tiene cita con las urnas sino con el juez Barreiro en el Supremo. Javier Arenas, acomodado en Génova 13, renunció a ser número uno del PP andaluz pero concurre ahora como número 4 de la lista de Almería. “Es un gran refuerzo para dar la batalla en esta provincia”, dicen los suyos, tratando de explicar que aspire a ser diputado autonómico quien hace tres años renunció a seguir siéndolo. El 2012 el PP venía de ganar las generales con mayoría absoluta y el PSOE, habiéndosela pegado en toda España, salvó la cara en Andalucía. Hoy tanto el PSOE con el PP encajan sus expectativas más menguadas de los últimos tiempos, debilitados por los casos de corrupción y los vaivenes en sus criterios sobre asuntos sensibles. Es de ese bidapartidismo antes hegemónico y hoy venido a menos de donde esperan obtener oxígeno las nuevas opciones políticas. Mitinea esta noche en el recinto talismán del PSOE, el velómetro de Dos Hermanas, el líder de Podemos, Pablo Iglesias. No parece que en Andalucía vaya a alcanzar su objetivo de merendarse al Partido Socialista y erigirse en alternativa, por la izquierda, a los populares, pero sí es posible que, menos de un año después de haber empezado a recorrer el camino, desbanque a Izquierda Unida en el tercer puesto del rankingparlamentario. Como es probable que Ciudadanos, bajo el impulso más de la marca y de su líder nacional,Rivera¸que de sus listas en Andalucía consiga a la primera lo que UPyD aún no ha conseguido: tener escaños. Rosa Díaz dijo esta semana que el domingo los ciudadanos van a dar una lección a los que creen saber lo que van a decir en las urnas. Lo veremos. Pero no es descartable que la gran damnificada de esta primera meta volante de 2015 sea precisamente ella, Rosa Díez. No porque se quede sin escaños andaluces, sino porque los obtenga entre un debutante que le está madrugando su espacio electoral,Ciudadanos. O Ciutadans, como gustan de decir ahora los populares.

Las lecturas habremos de hacerlas el domingo, cuando el desenlace se conozca. Pero cabe ir haciendo algún anticipo. A saber:

Que gane Susana no es sinónimo de que le haya ido bien. O no todo lo bien que ella espera. Es posible ganar encajando el peor resultado que ha obtenido en Andalucía su partido.

A Moreno le puede pasar lo contrario. Nadie ha dado un duro por él (incluyendo en el nadie a la mitad de su partido). Lo previsible es que pierda. Pero en esa situación confía en poder echar mano del clásico: hemos obtenido un resultado muy digno.

Con Podemos se han puesto los dirigentes (o le hemos puesto entre todos) unas expectativas tan altas que a poco que no se alcance habrá quien empiece a hablar de fracaso, de expectativa inflada, de globo que se deshincha y proyecto que, al final, oye, tampoco era para tanto. Recordemos entonces lo que se decía al comienzo de esta carrera: que es Andalucía donde menor implantación tenía Podemos, donde más fuerte estaba su rival inmediato, IU, donde menos tiempo les había dejado Susana para consolidar candidaturas.

Izquierda Unida, en el primer examen bajo el nuevo liderazgo de Alberto Garzón, diputado por Málaga y amigo de Maíllo, puede sufrir una hemorragia que confirme lo que ya atisbó en la noche electoral anterior, la de las europeas de mayo: que no sólo ha tocado techo sino que el crecimiento de Podemos se hace, en primera instancia, a su costa.

Esta noche aún pueden los candidatos proclamar eufóricos que, digan lo que digan los sondeos, van a dar todos ellos la sorpresa. Después de todo, hoy es el día de la felicidad, tienen permitido fingir todos que nunca habían sido más felices. Que se creen a si mismos cuando pronostican para el domingo la victoria propia. “Cuidado que podemos cambiar las cosas”, le decía esta mañana Juanma Moreno a Carlos Herrera.“Tendré mayoría suficiente para formar gobierno”, ha repetido toda la campaña Susana Díaz. Ahora que la campaña termina, empezará a marchitarse, el repertorio de eslóganes y frases hechas.

Las etapas comienzan y terminan. Hace tres meses comenzó el invierno 2014-2015 y hoy, esta noche, celebraremos, a la vez que termina una campaña, el comienzo de una primavera distinta.

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