27 de Septiembre de 2013
Malqueridos, más turbados.
con más dudas que Descartes,
hábilmente hipotecados.
Agarrados por las partes
y arruinados por el todo,
huecos, des estructurados,
con el mapa del tesoro
sin cruz y cuadriculado.
Esclavos del corazón,
cuando no de la cadera.
Con vocación de escalón
que huye de la escalera.
Sumisos, agarrotados,
impotentes, descreídos,
con los saldos arrasados
y los sueldos revenidos.
Así estamos, confundidos,
frugalmente alimentados,
con el aire desteñido
en pulmones destapados.
De condición; estreñidos,
de profesión; extrañados,
con pecado concebidos
por culpa de cuatro vagos.
Hartos de cambiar la hora
y la ley anti tabaco.
Cansados de soltar tacos
esperando una mejora.
Resacosos de EuroPegas,
del chocolate del loro,
de perder partidas ciegas
con De Guindos y Montoro.
Solos, mal acostumbrados,
vestidos pero sin ropa,
jodidos pero animados,
perdidos dentro de Europa.
Así estamos, así somos,
Así vemos, así andamos
intercambiando unos cromos
que ya ni coleccionamos.
Más franciscanos que el papa.
Más listos que los demás.
Más de sayo que de capa.
Más testarudos que Mas.
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